miércoles, enero 25, 2006

¡Oído cocina!

Uno de los nuevos programas de televisión que solimos seguir es ¡Oído cocina! en Cuatro. Es una especie de Gran Hermano con excluidos sociales que ven en este programa una posibilidad de escapar de su deprimente vida. Los resúmenes se centran excesivamente, para mi gusto, en los malos rallos que hay entre los participantes. No se ve mucho de las clases y las practicas pero de vez en cuando se saca algo en claro. Mi profesor favorito es Sergio, el cocinero de gafas. Luego está el jefe de sala, algo estirada, Jesús, el repostero, un trabajador social y el “director”, Diego, simpático y modernillo.

En Cuatro hay otro programas, “Todos contra el chef”, que apenas he visto pero parece interesante. Al menos aquí ves como cocinan.

jueves, enero 19, 2006

Tallarines negros

En Caprabo encontramos unos tallarines negros. Así se me ocurrió hacer una variación de una receta que había hecho.

Cueces los tallarines y los reservas. Pelas los langostinos crudos y reservas las cáscaras y las cabezas. En un cazo sofríes las cabezas con un poquito de aceite de oliva. En el mismo cazo añades la nata, lo dejas que haga chup chup un ratito y lo apartas. Así infusiona y toma todo el sabor. (Para cuatro personas, un cuarto de kilo de langostinos y doscientos mililitros de nata). En una sartén con aceite picante (una cucharadita) freimos un poco de cebolla (¿o era ajo?), picada finita, y un tomate. Cuando este pochado echamos la nata colada, sin cáscaras, y dejamos hervir un minuto. Apartamos. En otra sarten salteamos un diente de ajo y agregamos un cuarto de calabacín de rodajas finitas. Le añadimos una cucharadita de aceite picante y dejamos cocinar hasta que el calabacín esté transparente y blandito. En este punto echamos los langostinos y los salteamos con el calabacín. Es importante no hacer mucho los langostinos.

Ya tenemos todo listo para preparar el plato. Rescatamos la salsa de nata. Los que tengáis un chino la pasáis por él, si no lo tenéis pues la coláis en un colador, da lo mismo. La calentamos. Ponemos la pasta, añadimos el calabacín con los langostinos y finalizamos con la salsa. Si no nos hemos pasado con el aceite picante nos saldrá un plato muy sabroso y estimulante.

Desde Rusia con amor

El microondas lo utilizamos casi únicamente para calentar y descongelar, sin embargo en esta receta tiene un papel estelar. Es el encargado de cocinar la berenjena.

Cogemos una berenjena, la tapamos con un paño de cocina y la metemos en el microondas. La potencia y el tiempo que debe estar dependerán de nuestra paciencia y del tamaño del vegetal. Cuando esté cocida (debe quedar muy blanda) la sacamos y dejamos enfriar hasta que podamos pelarla sin escaldarnos los dedos. Mientras podemos picar un poco de cebolla. Media cebolla de tamaño medio esta bien. Que quede finita. En una ensaladera, plato o donde mejor nos parezca aplastamos la berenjena. Si queda algún trocito no importa. Vamos añadiendo la mayonesa hasta crear una pasta que se pueda untar. Agregamos la cebolla picada. Ya hemos terminado.

Esta receta la aprendió Juli en una cena en casa de unas amigas. Una de esas cenas a las que casi nunca voy. Algo bueno debían tener los hijos, servir como excusa para quedarse en casa.

Postre

Queríamos preparar una cena ligera. Venían unos amigos a cenar la víspera de nochevieja y no era plan. Así que preparamos un postre rico y que no llenase mucho. Con antelación asamos unas castañas y las reservamos en el horno para que conservasen el calor. Cogemos un plato grande y bonito. Lo dividimos mentalmente en dos. En una parte ponemos dos cucharadas soperas de yogur griego. Lo espolvoreamos con azúcar de caña. En la otra parte ponemos dos cucharadas soperas de helado de dulce de leche. En el centro colocamos tres castañas asadas (peladas). La castaña y el yogur combinan de miedo. El helado le da el toque de dulzor. Además jugamos con las diferentes temperaturas de cada uno de los ingredientes.

lunes, enero 02, 2006

Pasta al minuto

Echamos un chorrete de aceite en una sartén amplia y salteamos los espaguetis (crudos, sin cocer) hasta que estén dorados. Añadimos un par de ajos picaditos, un poco de perejil. Cuando el ajo tome un poco de color añadimos un poco de caldo de verduras (que se puede hacer disolviendo una pastilla de caldo en medio litro de agua). La idea es que cuezan diez minutos, añadiendo poco a poco el caldo según se vaya consumiendo. A media cocción le añadiremos el acompañamiento. Teníamos unas sobras de pollo asado así que las aproveché. Lo deshuesé, desmenucé e incorporé a la pasta. Aproveché también la salsa del pollo (esa salsa marrón, tan rica, que viene con los pollos asados que compras) para la cocción de los espaquetis. Y ya está! Facil, rico y rápido.