miércoles, abril 26, 2006

Yo! sushi



En este restaurante japonés cenamos el sábado. Hay varios repartidos por Londres. El día anterior vimos uno y nos llamó la atención. Ibamos a cenar en Ed's pero a Loles no le gustan las hamburguesas. Teníamos ganas de ir a ese sitio que vimos en el que los platos de comida iban dando vueltas transportados por una cita que recorría toda la barra. Pues justo al lado de Ed's había un Yo! Sushi. Entramos y, aunque había mucha gente, no tuvimos que esperar. No hay mesas. Un rectángulo rodeado de taburetes es la barra donde se come... y se cocina. En el centro hay tres cocineros que no paran de preparar platos y los van poniendo en la cinta. Los que se sirven calientes los van ofreciendo directamente a los clientes. Al sentarte una camarera japonesa nos preguntó si era la primera vez que íbamos. Le dijimos que sí y amablemente nos explicó la mecánica. Hay seis tipos de plato, cada uno de un color, en función del precio. Puedes coger los que quieras de la cinta o puedes pedir a los cocineros algunos platos especiales que hay en la carta y están etiquetados como "order now". Había tanta variedad en la cinta que no pedimos ninguno. ¡Qué maravilloso espectáculo ver ese desfile! Tempura recien hecha (riquísimo calamar), sushi en directo (mejor con un poquito de wasabi), cerveza kirin (que se subió al segundo sorbo), pepino-algas-y-loto, tallarines... y de postre dorayakis (siii! la comida favorita de doraemon) y mochi. Nunca había probado el mochi. Son unas bolitas de arroz con relleno dulce. Para mí fue el sumun de una cena estupenda. Esa textura al metértelo en la boca. Blando pero firme al mismo tiempo. Si tenéis oportunidad de probar el mochi no dejéis de hacerlo. Si queréis ver la carta del restaurante os la podéis bajar aquí (en pdf). Un sitio tranquilo, chulo (tenían pantallas de plasma con mensajes y animaciones como las que puedes ver en su web y no muy caro. Cenamos cuatro personas por 40 libras (unos 60 euros).

Londres

Hemos estado tres días en Londres. Antes de irnos estuvimos buscando información de sitios chulos y asequibles. Al final solo fuimos a uno de los que teníamos en la lista. Ed's easy diner es un agujero en el tiempo en el que sirven batidos gigantes de galletas oreo y la tarta más rica que haya probado jamás (aunque esto quizás sea por la kirin que me tomé en el japones durante la cena). Había un camarero hispano muy simpático que nos ayudó a poner una canción en la gramola ("Can't help fallin in love with you", de Elvis). Este fue el colofón a un dia muy divertido. Al mediodía habíamos comido en Portobello, en un sitio vegetariano que llevaban unas chicas. Falafel con ensalada en un pan de pita (de-li-cio-so) y limonada natural con unas hojitas de menta. Ligero y refrescante.

El domingo nos dimos un festín multicultural. Comimos en Camden. Hay un sitio con unos bancos y varios puestos de comida diversa (perritos calientes, mexicana, thai, hindú...). Así que nos juntamos con un montón de platos: quesadillas, tallarines fritos, arroz al curry con verduras, arroz salteado con aceite de sésamo y unas tajadas de pollo frito supersabrosas... Todo buenísimo, aunque no recomendado para personas escrupulosas.

Ya en el aeropuerto descubrimos eat un sitio muy sencillo, con un rollo muji que nos enganchó. Tomamos unos sandwiches de queso feta con tomate y hojas de menta y una chapata con atún, cheddar y salsa de pimienta. El sandwich llegó a cansarme un poco, pero el bocadillo era más ligero. Probamos un vanilla fudge delicioso, no apto para dentaduras con caries (pura delicia de azúcar).

Entre horas nos dedicamos a probar chocolatinas (crunchies, wonka...), coca colas (cherry, lima, vainilla) y todo aquello que fuese dulce y tuviese chocolate. ¿Cuando volvemos?