miércoles, junio 22, 2005

Sopa de tallarines al jengibre



La mayoría de las cosas que descubrimos es por casualidad. Por accidente. Vas comprando cosas que no sabes qué son y que no sabes a qué saben. Y compras cosas que conoces pero no sabes en qué las vas a utilizar. Así tienes un armario lleno de productos exóticos y, en su mayor parte, inútiles.

En el último viaje a Madrid compré genjibre fresco en El Corte Inglés. No sé muy bien por qué. Lo he comprado otras veces y al final se me ha puesto malo y lo he tenido que tirar. Fue una compra por impulso. En el supermercando de El Corte Inglés hay un montón de productos irresistibles, pero carísimos. El jengibre solo valía un euro y algo. En un badulaque chino cerca de la Gran Vía, al que pasamos a comprar unos chupachuses, compré una pasta de arroz en láminas (rice cake) que se parecía a algo que vi en el programa de Narda.

Esta noche a los críos les tocaba pescado y Juli ha dicho que podíamos hacer una sopa de pescado. He empezado a buscar recetas de sopas japonesas. Quería hacer sopa de miso, pero no tenía el ingrediente principal, así que he tenido que improvisar. La cosa ha sido más o menos así:

En el cazo donde iba a hacer la sopa he salteado el pescado (una lenguadina, previamente cortada en tres trozos para que quepa en el cazo) con un poco de cebolleta. Lo he hecho muy poco, vuelta y vuelta a fuego vivo, y lo he dejado en un plato.

He echado un chorrete de aceite en el cazo que he usado antes y he sofrito el jengibre (cinco o seis laminitas muy finitas y picaditas) sin dejar que tomase color. He agregado agua y caldo de pescado, que casualmente, ya ves tú, tenía de los restos del sashimi del otro día. Al empezar a hervir he añadido el rice cake laminado y cortado por la mitad. Si no tenéis esto lo podéis sustituir por sepia. Ha hervido tres o cuatro minutos. Le añado unos tallarines royal (que tengo hace tiempo y no sé como se usan) que son muuuy finos y los hiervo un par de minutos. Apago el fuego y aparto el cazo.

Para presentar el plato he optado por unos cuencos de la vajilla oriental que tenemos, porque una sopa japonesa en plato como que no. Primero he echado los fideos y los he cubierto con el caldo. Es hora de rescatar el pescado medio crudo que teníamos reservado. Mientras ha hervido los tallarines y el rice cake hemos desespinado el pescado y hemos sacado los lomos. Ponemos tres o cuatro lomitos encima de los tallarines. Con el calor del caldo hirviendo se terminará de hacer.

Decoramos con alga nori en tiritas finas. He descubierto que es más facil si la cortamos con las tijeras y no con el cuchillo. Terminamos la presentación con media rodajita de limón, que queda muy bonita y va muy bien con el sabor del jengibre.

Itadakimasu!

1 comentario:

Patricia Godes dijo...

tiene que estar buenisimo!!!